“Siempre estamos viendo algo”, dice Favio Orsi cuando le consultan por el mercado de pases que viene. Mientras las conversaciones con secreto de Estado a cargo del vice Ricardo Seoane se llevan a cabo, los dirigentes de San Martín saben que el lunes a la noche se termina la primera rueda para los jugadores y empieza el campeonato de ellos, de los mensajes, de los números, de la danza de los nombres, de las idas y vueltas, de los tres refuerzos que quiere abrochar Ciudadela para potenciar al plantel del cómodo puntero de su zona

Históricamente la dirigencia ha trabajado el tema de los refuerzos con tiempo, mucho antes de que comience el mercado de pases de cara al reinicio del campeonato de San Martín el 8 de febrero ante Almagro en Ciudadela. Los directivos, como los hinchas, ya saben cuáles son los puestos a reforzar: el arco está cubierto y no tiene discusión quién es el arquero titular llamado Ignacio Arce.

Uno de los puestos a reforzar está sí o sí en el fondo: las prioridades apuntan a un recambio por izquierda para Lucas Diarte, titular indiscutido y una de las figuras de este San Martín líder. El número 3 no tiene suplente natural: Oliver Benítez podría reemplazarlo llegada la urgencia, pero Oliver no es lateral. Ahí es donde empezaron a sonar los primeros nombres y uno de ellos está vinculado a su pasado con Atlético: “Fernando Evangelista ha jugado poco en Aldosivi. Durante la semana sonaron posibles bajas en el mercado, pero los dirigentes no mencionaron su nombre. Hasta última hora fue esperado para jugar contra Rosario Central, pero no, no ha jugado mucho aquí”, explica Sebastián Arana, periodista de La Capital de Mar del Plata.

La bomba activada por el gran Pancho Espinoza no pasó desapercibida entre los hinchas de San Martín, quienes han recibido con los brazos abiertos a Juan Ignacio Mercier y a Pier Barrios, ambos con pasado en Atlético, y también dos de los puntos más altos del campeonato para San Martín: Pier se hizo dueño del lateral derecho sin fisuras y con gol propio ante Riestra, mientras que Pichi fue el distinto durante el arranque del torneo y mantuvo un gran nivel, con muestras de cansancio físico sobre el final de los últimos partidos. Es ahí donde también se puso el ojo: un doble cinco que ayude al manejo del mediocampo a Pichi, una rueda de auxilio al lado o un poco más adelantado que el 5, características de un jugador que San Martín no tiene en el banco de suplentes.

Otro punto a revisar en la estructura del equipo es un 8 o un 10: Tino Costa ha declarado sin peros sus deseos de volver a Ciudadela. “Me gustaría mucho volver. En Primera o en Segunda, no me importa. Sí quiero volver a jugar en San Martín. En un mes, en seis meses, cuando sea. Me gustaría volver a San Martín. Me fui de San Martín con mucha tristeza. Por eso me gustaría volver. Me siento en deuda con la gente. Con una hinchada así, que todos los partidos de local te alientan así, claro que me gustaría volver. Volvería a San Martín sin dudarlo. A mi regreso a San Martín no lo veo como una locura. Si vuelvo a San Martín es porque realmente lo siento”, le dijo a eltucumano.com a días del aniversario del 3 a 2 a Atlético, la noche que marcó el gol del triunfo. 

Y arriba es donde aparece la tercera oportunidad, con el mismo apellido de Tino, también con una gran imagen dejada en San Martín: Franco Costa, el Paqui del Pueblo: “Con Franco tenemos contacto, es un jugador muy interesante, de los que no abundan, tiene un poder definición muy importante”, reveló en su momento Orsi, quien junto a Sergio Gómez conocen en detalle al delantero que de llegar podría ser una opción para Gonzalo Rodríguez, de altísimo nivel durante la primera rueda convirtiendo y asistiendo a Luciano Pons. Paqui es titular en Nacional de Paraguay y volver a San Martín siempre ha sido un sueño.

El plantel volverá el 6 de enero a los entrenamientos, la primera parte del trabajo será en Tucumán mientras que el 12 viajará a Perico para desarrollar la etapa más exigente y jugar algunos amistosos. La idea del cuerpo técnico es que los refuerzos estén disponibles ya en Jujuy. La danza de los nombres recién comienza: ¿llegarán?