Los 254 kilómetros de la Ruta Nacional 3 que separan a San Miguel del Monte y Cacharí son una verdadera ruleta rusa. En forma extraoficial, se calcula que circulan unos 3 mil camiones y 5 mil automóviles por día. La trocha de 11 metros brinda un margen que no supera los 70 centímetros al sobrepasar a las unidades de transporte de carga, que suelen formar filas sin mantener una prudente distancia entre sí. Ante este panorama, la única alternativa de brindar seguridad vial es avanzar con el demorado proyecto de la autopista.

De acuerdo a las estadísticas que llevan el diario El Tiempo de Azul y el personal de la Hemeroteca Miguel Oyhanarte, entre 2006 y 2014 esta ruta se cobró 106 vidas en 163 accidentes de los cuales el 80 por ciento fue choques frontales. Además, hubo 300 heridos. La información lastima desde un cartel ubicado en el acceso a la vecina localidad, junto al Cristo Redentor, a la que se suma el interminable listado con los nombres de las víctimas.

La Fundación CEDA motorizó un petitorio regional avalado por 50 mil firmas de vecinos de Azul, Chillar, Juárez, Cacharí, Las Flores, Laprida, Monte, Olavarría, Rauch y Tandil.

El médico veterinario Ramón Noseda, vocal de CEDA y militante de la causa por la anhelada autopista, le dijo a El Eco de Tandil que “la situación actual es de negligencia total de parte de todos los funcionarios y de los políticos que se han interesado en algún momento por la obra”.

Recordó que en julio de 2011, ante la gran cantidad de vecinos fallecidos, muchos de ellos en edad productiva y que ocupaban lugares centrales en la comunidad azuleña, la institución decidió hacer un petitorio ciudadano. CEDA está integrada por los principales organismos del sentir social de la ciudad, como Sociedad Rural, Cooperativa Eléctrica, Cooperativa Farmacéutica, el Centro Empresario de Azul, Facultad de Agronomía, además de un importante grupo de entidades intermedias.

Reunidas las 50 mil firmas, en septiembre de 2011 le entregaron el reclamo al gobernador Daniel Scioli y en octubre, a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, durante una visita a la localidad de Las Flores. “Todos se mostraron muy interesados. A todos les llamaban la atención estos números que tenemos pero cuando llega el momento de tomar las decisiones, no se toman”, lanzó.

También contó que el diputado provincial Omar Duclós, oriundo de Azul, ha alzado la voz por esta demanda, al igual que el diputado nacional Alberto Asseff (Frente Renovador) quien mostró interés, pero no consiguió los apoyos necesarios para impulsar las obras.

Además, en la última campaña electoral todos los candidatos pasaron por la Fundación CEDA. “Se llevaron la información, mostraron preocupación. Hemos conocido a todos. Uno llega a un desánimo bastante importante porque ve a los principales artífices que pueden modificar la situación y no la modifican. Nosotros habíamos dicho en aquel momento que la política no existe si no escucha los reclamos de la sociedad, y acá pareciera que ocurre eso. No hay una acción concreta para solucionar este problema”, concluyó.

Sólo anuncios

La obra de construcción de la autopista en la Ruta Nacional 3 fue licitada en varias ocasiones. La última fue el 24 de julio de 2014, cuando se llamó a empresas para llevar adelante cuatro secciones de la autovía entre Monte y Las Flores.

La Fundación CEDA conoce parcialmente el proyecto. El tramo que “más chances” tiene de concretarse es de Monte a Las Flores, donde ya se tomaron todas las cotas necesarias para el proyecto de ingeniería. “De todas maneras, entre que se licite y se ponga todo eso en funcionamiento van a pasar 3 ó 4 años más”, lamentó Ramón Noseda.

Mientras tanto, desconocen certeramente el número de vehículos que circula por este sector de la ruta, debido a que la concesionaria Corredor Vial 1 les niega la información. Si bien la firma no ha manifestado las razones, estimó que “es como todas las cosas, como todos esos negocios turbios que pasan en el país. Debe estar resguardado el secreto, porque si uno sabe la cantidad de vehículos y los multiplica por la cantidad de peajes que cobran, puede saber la cantidad de dinero que se malversa en este sistema”.

Sumado a esto, explicó que los vecinos que circulan pagan peaje desde la zona cercana a Cacharí hasta Cañuelas. En cuanto al mantenimiento que realiza la concesionaria, consideró que no alcanza. “Se hunde la ruta permanentemente, porque acá hay otra malversación de fondos que la hacen las empresas transportadoras de piedra y arena. Como los costos son demasiado altos para transportar por camión ese tipo de material, en vez de 30 mil kilos cargan 70 mil y hunden la ruta. Cuando llueve, se llena de agua y los autos se despistan, por ende, en algunas oportunidades se matan. Es grotesco”.

Una fatal convivencia

“Después de cinco años, estamos peor. Con una ruta más destrozada, con mayor cantidad de vehículos de carga y de automóviles. Ese es el condimento grave de todo esto, porque tenemos mayor cantidad de vehículos y haciéndolos convivir en un espacio de 11 metros de ancho, camiones y autos, es una acechanza permanente”, describió el doctor Noseda y agregó que los 50 ó 70 centímetros que quedan libres al pasar un transporte de carga no dan lugar a trastabillar en una maniobra.

“En la convivencia entre los autos y los camiones, reconozco que hay mucha locura en la gente, pero los camiones tampoco respetan nada. Hacen filas de 6 ó 7 y no dejan espacio para meterse. Es una locura”, agregó sobre el tramo de 254 kilómetros que separan a los azuleños de Cañuelas.

Los vecinos de Azul están obligados a viajar por esa ruta de puro azar. Entonces, se persignan ante Cristo a la salida de la ciudad, piden buenaventura y se largan a una suerte de ruleta rusa sobre ruedas. “No hay otra posibilidad”, dijo el referente en esta materia.

Por otra parte, esa porción de la Ruta 3 recibe un gran caudal de tránsito federal, ya que es la vía obligada hacia y desde el sur del país, rumbo al Alto Valle de Neuquén hasta la descarga de los electrodomésticos que se producen en Tierra del Fuego.

“Es una máquina picadora de carne esa ruta”, definió Noseda, y aseguró que el pedido por la obra está entre las tres demandas más relevantes para los azuleños. Sumado al enorme número de víctimas fatales, es impactante el costo social, sanitario, laboral y económico que ocasionan los múltiples choques.

Otras dos peticiones

El vocal de CEDA amplió que desde que iniciaron los reclamos, “seguimos pidiendo a las autoridades la construcción de una autopista en la Ruta 3, en el tramo Monte-Azul, el mejoramiento de la Ruta Provincial 51 como alternativa de uso en caso de emergencia. Es decir, cuando la 3 se corta, que pasa permanentemente por accidentes de tránsito, tener la posibilidad de salir por la 51”.

Es que los azuleños cuentan con la vía alternativa de la Ruta Provincial 51, aunque también es “tremendamente complicada. Hace poquito han hecho algunas obras de mejora. En general, son obras cosméticas porque el trabajo grande que habría que hacer sobre las banquinas no se ha hecho”.

El tercer punto que solicitaron es el tratamiento de la Ley Promitt (Programa de Modernización de la Infraestructura del Transporte Terrestre), que prevé la construcción de unos 12 mil kilómetros de autopistas que unan todas las capitales provinciales del país. “Está demorada injustificadamente y ya lleva 6 años en la Cámara de Diputados de la Nación”, denunció el dirigente de la Fundación CEDA.