En una muestra más de que los manejos poco democráticos de Alejandro Arlía son, como su agrupación se denomina, “sin fronteras”, el concejal de Las Flores Andrés Gebbie se acercó a la redacción de NOVA para contar una historia de persecución, aprietes y abuso de poder que lo transformó en una víctima más del ministro de Infraestructura bonaerense.

“Yo soy concejal y en algún momento tuve la participación desde la agrupación de Alejandro Arlía que es Peronistas Sin Fronteras. Realmente había un discurso militante con el que me sentía muy cómodo, era un grupo con muchos jóvenes que venían trabajando”, comenzó relatando Gebbie al tiempo que recordó conocer a Arlía en un plenario a través de un dirigente: “Ahí me proponen hacer un bloque de Peronistas Sin Fronteras”, detalló.

Interesado por el planteo, el edil de Las Flores, de raigambre kirchnerista, observó en aquel entonces que el lineamiento discursivo de ese espacio era “muy llegado al gobierno nacional”, motivo por el cual decidió aceptar la propuesta, transformándose en el primer concejal de esa agrupación.

El pecado de decir ‘no’

Todo se venía desarrollando con normalidad, hasta que el pasado año Gebbie tuvo una actitud que en un ámbito extremadamente personalista se transforma en un pecado: decirle ‘no’ a un mandato de Arlía: “A pocos meses de asumir la compañera Cristina es cuando de un día para otro me dio una orden de que tenía que ir a Lobos porque se formaba ‘La Juan Domingo’. Yo la verdad que no entendía absolutamente nada y por supuesto dije que no iba a ir”.

Más allá de respetar las intenciones presidenciables de Daniel Scioli, el concejal de Las Flores enfatizó que, con esa jugada de ir hacia ‘La Juan Domingo’, “no estaba de acuerdo en que hasta ayer éramos todos kirchneristas y de un día para el otro la apuesta fue esa”. En este sentido, y a pesar de reconocer las pujas internas, Gebbie admitió: “Me parecía que podía haber un equilibrio en pos del proyecto”.

Del silencio a la persecución

Al negarse a la orden de Arlía, el edil de Las Flores comentó que “al poco tiempo se cortaron todos los teléfonos y no tuve más respuestas. Un alejamiento no explícito”. Pero con el correr del tiempo empezó a advertir que, a pesar de su silencio, el ministro de Infraestructura no se había olvidado de él. Además de ser concejal, Andrés Gebbie trabaja hace 23 años en un organismo estatal, donde hizo una ascendente carrera administrativa.

No obstante, a pesar de su desempeño reconocido por la comunidad y sus compañeros, fue desplazado sin motivo de su cargo, el cual enfatizó que “no era político, era un cargo de carrera”. En este sentido, no dudó en afirmar que “me destruyeron porque, como tantos otros organismos, no tenemos un convenio colectivo de trabajo y quedé en una categoría que era la inicial que había tenido y ahí tenés las consecuencias gravísimas de lo que sucede, no sólo por la parte económica, sino por donde yo luché tanto por fuera de la política”. Con suma impotencia, calificó ese proceder de Arlía como un “golpe artero y cobarde”.

Como en la dictadura

Sin entender el hecho de ver a “los que dicen ser peronistas haciendo una persecución pocas veces vista”, Gebbie aseveró que situaciones de ese tipo no las sufrió sólo él, sino que “hay un montón de compañeros que también les pasó lo mismo, que sufrieron una persecución como en los peores años de la dictadura, compañeros de muchos distritos, porque se dividió la agrupación. Quedó un grupo minúsculo con el poder y el otro grupo quedamos por fuera”.

Haciendo una radiografía de lo que es Peronistas Sin Fronteras, el concejal de Las Flores describió que “detrás de las segundas, terceras líneas de Arlía, que son muy pocos, son unos pocos amigos nomás, realmente algunos son nefastos e impresentables porque no tienen inconveniente del apriete con alguien que estuvo dentro del espacio”.

Poder y temor

Mencionando que, además de Infraestructura, Arlía maneja ministerios como el de Economía “donde tiene funcionarios que son de la agrupación”, Gebbie confesó: “Me sorprende el poder en manos de esa gente. La verdad que te da un poco de temor”. En cuanto a Las Flores, éste es uno de los pocos distritos donde Peronistas Sin Fronteras va con lista propia en esta elección, por fuera de la lista del FpV del oficialismo municipal.

Ante esto, primeramente Gebbie dijo que decidió contar en primera persona su caso ya que algunas versiones periodísticas lo seguían ligando a ese espacio, por lo cual aclaró que ya en ocasión de ese suceso cambió el nombre de su bloque, pasándose a llamar “Por el Proyecto Nacional, Popular y Democrático Néstor Kirchner”.

Sobre los integrantes de Peronistas Sin Fronteras aseguró que “venden humo como siempre lo han hecho y son rosqueros. La política la entienden de esa manera: usan el poder exclusivamente por beneficio propio”, mientras que, sobre Arlía, dijo: “Hoy está con el gobernador Scioli pero lo mismo le daría Massa, De Narváez, cualquiera”.

“Antes de hacer estas cosas, amenazando, cortando carreras administrativas, haciendo desastres en compañeros peronistas, que se dedique a trabajar en lo específico de él, que faltan montones de obras, inclusive en Las Flores”, le sugirió al ministro.

Despliegue de dinero

Subrayando que con su testimonio “es bueno que podamos en definitiva aclarar algo para saber quien es quien”, Gebbie expresó que una de las características de Arlía es ubicar a sus seguidores en organismos provinciales: “Tiene ese manejo, como las listas que son armadas por gente que está trabajando en algún lugar de estos o sino promesas y también el despliegue importante de dinero como para financiar estas campañas”.

“Siempre traté de despegarme de eso”, aseguró para agregar que el ministro de Infraestructura tiene “una visión de hacer poder por generar poder propio y hacer de ese poder un montón de cosas que en mí no tienen nada que ver y jamás las voy a acompañar sea de quien sea, ni actos de corrupción ni nada”.

Usando a Cristina

Asegurando que “esta persecución política yo no la había visto nunca y menos con quien dice ser peronista”, Gebbie no dudó que en la actualidad Arlía y sus seguidores “han agarrado el sello de la compañera Cristina, lo llevan en la boleta y la verdad es la antítesis. Después de lo que he visto y escuchado me da vergüenza y me molesta mucho que existan todos estos dirigentes que toman estos sellos”. En la misma línea, dijo que el ministro está usando a la presidenta ya que Peronismo Sin Fronteras “es personalismo total, son proyectos individuales y no son proyectos colectivos”.

Identificado con el kirchnerismo, el concejal de Las Flores comentó que, una vez que finalice su mandato “voy a seguir trabajando desde cualquier lugar para que este proyecto pueda continuar”, al tiempo que le recordó a Arlía y compañía: “A mi me votó el pueblo y a ellos absolutamente nadie”.

Por Damián Belastegui, de la redacción de NOVA