Dos años pasaron desde que la firma Rasic Hnos ingresara en convocatoria de acreedores. En ese lapso, los más de 3.000 trabajadores de la avícola que producía los populares pollos Cresta Roja pasaron por todos los estados posibles: desde la amenaza de un cierre definitivo a una incipiente recuperación que por ahora no benefició a todos. Ahora se ve una luz al final del túnel, ya que el juzgado a cargo del concurso decidió convocar a una licitación nacional e internacional para encontrarle nuevo dueño a la compañía.

Según pudo saber Clarín, la jueza Valeria Pérez Casado ya realizó la convocatoria a esa licitación, que tomará a esta importante industria avícola -llegó a ser la segunda del mercado local, con 15% de la faena total- como una «unidad económica», evitando su desguace. Los resultados deberán conocerse el 16 de octubre próximo después de las 10.Las ofertas deberán tener un piso de 110 millones de dólares,ya que esa es la suma que se adeuda a múltiples acreedores.

«Se cumplió la valuación ordenada a la sindicatura y próximos a ser finalizados los inventarios de los bienes, se llegó a la condición deresolver la liquidación del patrimonio«, informaron desde el juzgado, que así dispuso «ordenar la realización de la empresa fallida como unidad productiva» y «disponer que la venta se lleve a cabo a través de un proceso licitatorio nacional e internacional, en el que los interesados deberán efectuar sus propuestas económicas, acompañadas de un plan de negocios».

Los pliegos ya están a la venta a una suma de 25.000 pesos y explican por qué se decidió requerir no solo dinero sino un proyecto de largo plazo para quienes aspiren a ser los nuevos dueños de Cresta Roja. «Ese plan de negocios deberá estar refrendado por una firma de auditoría de primera línea, quien también deberá expedirse sobre la solvencia del oferente para asumir ese plan», se advirtió.

Según el periodista Juan Illescas, que sigue este caso con atención, la intención de Pérez Casado es «evaluar el compromiso del potencial comprador de procurar un desarrollo de la empresa y de mantener las fuentes de trabajo». Sucede que hasta aquí la empresa pudo reactivarse parcialmente a través de una acuerdo firmado con un consorcio llamado Proteinsa SA, que incluso valió una visita del presidente Mauricio Macri a la planta recuperada. Pero hasta la actualidad solo pudieron recuperar su empleo unas 817 personas, mientras que la mayoría de los trabajadores siguen afuera. Por esta razón hubo un bloqueo a las plantas de faena hace un par de semanas.

En este sentido, la convocatoria a licitación aclaró que «las ofertas que se presenten deberán contemplar, como mínimo y sin excepción una solución para atender los pasivos laborales en forma inmediata». Esto es que quien presente la mejor oferta económica deberá asumir además «el compromiso de incorporar, dentro de lo posible, a los ex trabajadores de Rasic Hermanos SA que no hubieran sido reinsertados al momento de la adquisición, y mantener a los ya reincorporados, respetándoles la antigüedad al 1 de marzo de 2016″.

El consorcio que el verano pasado se hizo cargo de reanudar paulatinamente las actividades está conformado por tres firmas: Ovorprot International SA, Tanacorsa SA y La suerte Agro SA. Fue creado en marzo pasado e iba a tener la prioridad de compra. Pero la decisión del juzgado de pedir un plan de negocios además de un pago base de al menos 110 millones de dólares alteró las cosas. «Si bien oportunamente se aceptó que Proteinsa SA tuviera la posibilidad de igualar la mejor oferta, con el esquema aquí ordenado, no resulta posible», se explicó. De todos modos se aclaró que «en situación de paridad de ofertas se otorgará a Proteinsa S.A. la prioridad en la adjudicación».