La investigación del asesinato de Ezequiel “Pichi” Escudero, ocurrido el 28 de agosto en la banquina de la Autopista Ezeiza-Cañuelas, no tiene hasta el momento ningún testigo ni móvil concreto, pero la desgrabación de una cámara de seguridad permitió determinar que un auto oscuro lo venía siguiendo en los alrededores de Cañuelas. Esa es la primera pista firme que surge en el expediente a cargo del fiscal Roberto Berlingieri.

De acuerdo a los datos que pudo obtener El Ciudadano, a las 3.51 de ese 28 de agosto la cámara de seguridad del COM Municipal ubicada en el edificio de La Finaco grabó el paso de la Iveco Daily blanca conducida por Escudero. Se observa que a pocos metros la sigue un auto negro o gris de vidrios polarizados. Podría ser un Citroën C3, un Volkswagen Fox o una Suran. La calidad de esa cámara es tan mala que la imagen no permite identificar la marca; mucho menos un número o letra de la matrícula, pero al menos confirma el seguimiento sobre el comerciante de Las Flores. Otra imagen capturada un rato antes en el peaje de Ruta 3 muestra a Escudero circulando solo.

El registro de video de La Finaco también permite inferir que “Pichi” fue asesinado poco antes de las 4 debido a la escasa distancia entre ese punto y el lugar del homicidio.

Como se recordará, el vecino de Las Flores fue hallado en el asiento del conductor, con el cinturón de seguridad colocado y 36 mil pesos repartidos entre sus ropas. Era el dinero que pensaba utilizar para adquirir frutas y verduras en el Mercado Central.

La presencia del dinero y de todos sus efectos personales alejó, en un principio, la hipótesis del robo, pero ante la ausencia de un móvil alternativo, los investigadores vuelven a pensar que Escudero tal vez fue víctima de asaltantes que por alguna razón escaparon de la escena antes de llevarse el dinero.

“Está prácticamente descartado que el crimen se haya producido por algún tema personal de Escudero, que era una persona transparente, muy querida en su comunidad. No tenía deudas ni enemigos; tampoco hay nada que permita pensar en un tema pasional” aseguró a El Ciudadano el subcomisario Gustavo Alberto Vilela, titular de la flamante DDI Cañuelas, quien por decisión de Berlingieri se encuentra abocado casi con exclusividad a la investigación de este crimen.

Ante una pregunta de este medio, Vilela aseguró que la teoría de algún incidente vial también se sigue barajando, pero la mecánica de los hechos parece desmentirlo. La marca de pintura oscura que apareció en la puerta de la traffic blanca no fue producida durante un roce en tránsito, sino por la apertura de la puerta de los criminales que pararon a la par de la traffic. Esto también demuestra que había al menos dos personas sobre el vehículo de los agresores.

La pericia balística indicó que el disparo sobre el rostro de Escudero se efectuó a unos 60 centímetros.
Ahora todas las pesquisas están orientadas a precisar la marca y modelo del auto oscuro. Para ello Berlingieri libró oficios a todos los peajes de los alrededores para determinar si un auto de características similares fue grabado dentro de cierto margen horario por alguna cámara de mayor resolución.

Asimismo, Vilela y su equipo comenzaron a analizar las imágenes de los peajes de Ruta 3 y Spegazzini para verificar el listado de automóviles que circuló minutos antes y después del horario del crimen. La idea es no sólo localizar el coche oscuro; sino a potenciales testigos que pudieron haber pasado por el lugar del crimen.

De todos modos, la sangre fría con que fue cometido el crimen parece indicar algo más que un simple intento de robo. Por el contrario, hay trazos de un mensaje mafioso o de una situación personal entre el matador y su víctima. Un enigma que los investigadores no logran desentrañar.

FUENTE: EL CIUDADANO