Tras un allanamiento en una casa del Puerto. Tiene 24 años y es amigo de Germán Caldas (26), uno de los acusados de secuestrar y desaparecer a Nicolás Saurel, visto por última vez el 3 de febrero pasado. Además, la policía busca intensamente a la novia de Caldas.

La inquietante trama que da sustento a la desaparición de Nicolás Saurel (24), el joven visto por última vez el 3 de febrero pasado y a quien los investigadores creen asesinado, tuvo ayer un nuevo episodio con la captura por ocultamiento de información esencial para el esclarecimiento, del amigo de uno de los imputados.

Ahora y por la misma situación la policía busca a la novia de Germán Caldas (26), uno de los detenidos la Unidad Penal Nº 44 de Batán junto a Darío Repetto (26), acusados de ser los autores del hecho.

Tal como lo adelantó un portal de Mar del Plata, y como corrobora el expediente que tiene a su cargo el fiscal Juan Pablo Lódola, Saurel desapareció el 3 de febrero pasado y se sospecha que fue asesinado. La causa se inició por el delito de «secuestro extorsivo seguido de muerte» y en ese marco fueron detenidos 19 días después, Caldas y Repetto.

Sin embargo, ante la ausencia de un cadáver, la imputación por homicidio es un cargo solamente sostenido por el momento por indicios y testimonios del entorno de la víctima y los apresados.

En horas de la tarde del 11, personal de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de Mar del Plata recibió la orden de detención de dos allegados a Caldas: su novia y un vecino que vive al lado de su casa. Ambos, que habían declarado como testigos en la causa, están sospechados por el fiscal Lódola y por el juez de Garantías Juan Tapia de conocer qué fue lo que verdaderamente ocurrió con Saurel.

Tras un operativo realizado en una casa del Puerto, los uniformaron aprehendieron al joven, mientras buscaban intensamente a la mujer.

Para los investigadores, lo que digan de ahora en más ambos detenidos resultaría clave para esclarecer el caso, dado que hasta ahora Caldas y Repetto se negaron a declarar ante la Justicia.

Según sospecha Lódola, que tiene por acreditado que los imputados secuestraron a Saurel, tanto la novia de Caldas como el detenido  que tiene antecedentes por robo calificado, tendrían información detallada del hecho, que habrían obviado al momento de ser citados a declarar como testigos semanas atrás.

A esta conclusión llegaron los investigadores al cotejar todos los testimonios de un caso misterioso y conmocionante.

La causa

El expediente que investiga la desparición de Saurel está dominada por los indicios, ya que por el momento no existen pruebas físicas de ningún tipo. Sólo hay evidencia relativa de lo que ocurrió, a partir del cruce de información y testimonios.

Si bien las fuentes judiciales intentaron ser cautas afirmaron que es imperioso lo que diga el ayer detenido para resolver si Saurel fue asesinado y, bajo ese supuesto, cómo se habría producido el crimen y dónde se encontraría el cadáver.

Justamente la detención de ayer del vecino de Caldas está justificada en la certeza de que sabe lo que sucedió.

Para el fiscal Lódola la declaración indagatoria será determinante y tal vez sea la única esperanza de conocer la suerte de Saurel, toda vez que tanto Caldas como Repetto no declararon y es probable que no lo hagan en el transcurso de todo el proceso.

El móvil y los detalles

Por orden del fiscal Lódola, la policía detuvo a Caldas luego de una investigación minuciosa en la que se recolectaron pruebas que lo inciminaban por el secuestro de Saurel ocurrido el 3 de febrero. Lo mismo ocurrió con Repetto. Ambos imputados, provenientes de familias de clase media que no tenían inconvenientes económicos, son amigos desde hace varios años.

Caldas había conocido a Saurel a fines de 2013, cuando le propuso emplearlo en su emprendimiento de obras en construcción, instalaciones y arreglo de viviendas. Al parecer, ambos se hicieron amigos en base a diferentes gustos en común.

Según consta en la causa, se generó una gran confianza entre Caldas y Saurel, que era oriundo de Las Flores pero vivía desde hace ocho años en Mar del Plata con su pareja travesti, la locutora Ayelén Martínez (34). Caldas se mostró desde un principio muy solidario con su flamante empleado: le prestaba ropa y lo invitaba a dormir a su casa cuando éste discutía con Martínez.

Pero en la madrugada del 3 de febrero algo se quebró entre los dos hombres. Caldas había aceptado refaccionar un local céntrico de venta de ropa que pertenecía a una ex novia suya, con la que aún mantenía una relación de amistad. Tal era el vínculo entre los dos que la mujer hasta le dio una llave del comercio, con el objetivo de que los jóvenes trabajaran en la obra en horas de la noche, y ella no tuviera que cerrar de día en plena temporada de verano.

Aquella madrugada se desató el inconveniente que para los investigadores resultó ser el móvil del secuestro de Saurel. La dueña del negocio estaba en su casa, acompañada por su novio actual, cuando tuvo la idea de monitorear el trabajo del empleado de Caldas a través del sistema de cámaras de seguridad, al que podía acceder a través de Internet.

Fue entonces cuando la mujer vio cómo Saurel robaba la suma cercana a 4.000 pesos de una caja que se ubicaba en la parte trasera del local. A la mañana siguiente, la mujer comunicó con Caldas y le dijo que la situación estaba grabada en video y que haría una denuncia.

Caldas concurrió al negocio a ver las imágenes y, enfurecido por la traición de Saurel, le dijo a su ex novia que se quedara tranquila porque él mismo recuperaría el dinero.

Según consta en la causa que investiga Lódola, Caldas -que tiene antecedentes por «infracción a la ley de Estupefacientes 23.737» y «Daño»- localizó a Saurel y se juntó con él. De lo que ocurrió después, lo único que pudieron acreditar los investigadores es que Caldas -ya acompañado por Repetto- subió a su empleado a su auto y llamó por teléfono a Martínez: en un breve diálogo, le dijo que estaba con Saurel y que lo liberaría cuando apareciera el dinero que se había robado.

Durante la comunicación, la pareja de Saurel dijo no saber nada de lo que hablaba Caldas. Hora después y ante la ausencia de su novio, Martínez decidió denunciar el hecho en la sede de la DDI.

Misterio

Lo que siguió a ese llamado telefónico es un desafío complejo para los investigadores. Lo único que se constató es que Caldas entró en un trance de angustia y nerviosismo, sensación que, como suele ocurrir en este tipo de casos en los que un secreto de tal magnitud se vuelve incontenible, habría sido la que lo llevó a contar lo sucedido a un amigo.

El fiscal Lódola supo de la «confesión» y citó a declarar al allegado a Caldas, a quien advirtió sobre la gravedad de encubrir una desaparición. Entonces el joven se quebró y dijo que Saurel había sido asesinado por su amigo y por Repetto, y luego enterrado en el Bosque Peralta Ramos.

La versión del testigo derivó casi de inmediato en la detención de Caldas en esta ciudad y de Repetto en una clínica de lucha contra la adicción a las drogas ubicada en Pilar. Según trascendió, el joven se había escapado de ese mismo lugar en 2013 y luego regresado a mediados de febrero, en coincidencia con los días posteriores a la desaparición de Saurel.

Asimsimo, el testimonio del amigo de Caldas, y el de otras personas que dicen haber visto el auto del acusado en las cercanías del Bosque Peralta Ramos, se sumaron en la causa a la existencia de videos tomados por cámaras de seguridad. En dichas imágenes, aparece el rodado de Caldas circulando por las adyacencias de la reserva forestal.

Tras reunir la prueba mencionada, la policía secuestró el vehículo de Caldas y realizó rastrillajes en varios sectores del sur de la ciudad, sin resultados positivos. A 40 días de su desaparición, el paradero de Saurel todavía es un misterio, aunque todos los indicios generan la sospecha, casi en grado de certeza, de que fue asesinado.