Una bala de cañon que certifica la historia

El vecino Gregorio Laguzzi la encontró años atrás en el terreno de su casa en calle Las Heras casi Wilde.Hoy guardada como un tesoro de nuestra historia en el archivo Histórico Municipal, al resguardo de la profesora Nora Genaro, la bala de cañón que pesa diez kilos y que fuera utilizada en las escaramuzas finales de la batalla de la revolución mitrista, se destaca dentro del reservorio patrimonial florense.

La asonada militar terminó con la derrota del hombre del Partido Liberal que quiso tomar por asalto el poder en 1874 pero fue vencido por los hombres que respondían al Partido Autonomista Nacional gobernante del país.

El terreno, donde el vecino florense, sorprendido, encontró la histórica bala y a la que el mismo se encargó de sacarle el óxido del paso del tiempo, por estar enterrada tantos años, pertenecía a la quinta de El Mirador, el lugar que fue utilizado como enfermería de la batalla.

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De allí la certificación de porque “Goyo” Laguzzi encontró el proyectil en el lugar.En ese año de la alzada de Bartolomé Mitre, el comandante Inocencio Arias se dirigió desde Buenos Aires a Las Flores y persiguió a las fuerzas mitristas hasta la Estancia La Verbena.

En cercanías del Arroyo El Gualichu se produjo una de las batallas más cruentas de aquel episodio que forma parte de la historia de nuestras luchas internas y en la que finalmente se pudo sostener en el poder el Presidente Nicolás Avellaneda.Las Flores, una ciudad con historia.

La importancia de poder contarlas. La Secretaría de Cultura, a cargo de Enriqueta Mortórfano, las pone en valor.