El 21 febrero de 1947 comenzaba la construcción del gasoducto que iba a unir Comodoro Rivadavia con Buenos Aires: 1.605 km de obra, el más largo del mundo

El 21 febrero de 1947 -bajo la presidencia de Perón y la dirección del entonces titular de Gas del Estado, Julio Canessa-, comenzaba la construcción del gasoducto que iba a unir Comodoro Rivadavia con Buenos Aires: 1.605 km de obra (el más largo del mundo).

Una vez inaugurado, el 29/12/49, la distribución de gas aumentó de 300 mil a 15 millones de m3 por día, generando la baja sostenida de tarifas y el crecimiento exponencial de las conexiones domiciliarias. Resultó además un aporte fundamental al desarrollo nacional.

«El valor de esa obra no tiene precio», afirmaba el ingeniero Canessa años después, y aportaba este dato histórico: «En 1940, el metro cúbico de gas costaba 20 centavos, igual que un litro de leche y después, cuando la leche costó 19 pesos, el gas ya valía la mitad.»

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Como los intereses extranjeros podían interferir y detenerla en cualquier punto, la obra comenzó en Lavallol y no en Comodoro: «Si el tramo construido estaba aislado no servía para nada y había que terminarlo. Por eso empezamos al revés y quemamos las naves», explicaba Canessa.

Como consecuencia del bloqueo externo, muchas veces hubo que recurrir al ingenio para concretar la obra.

Por ejemplo: a falta de la tecnología necesaria para detectar fugas, se alimentaban perros con carne rociada con pequeñas dosis de mercaptán, un producto utilizado para darle olor al gas. Luego de ello se largaba a los canes pegados al gasoducto para que encontraran las pérdidas.

La construcción del gasoducto Buenos Aires Comodoro Rivadavia, se convirtió por entonces en prueba irrefutable de que -como afirmaba Evita- «no hay fuerza capaz de doblegar a un pueblo que tiene conciencia de sus derechos».